
Involucrar a los niños en los deberes y tareas del hogar es un medio por el cual pueden aprender y desarrollar diversos aspectos de la vida familiar y social, tales como la solidaridad, el trabajo en equipo y la responsabilidad, además de que adquieren múltiples habilidades necesarias para la vida.
Es importante que los padres motiven a sus hijos a ayudar en las tareas domésticas. Para esto es necesario, en primer lugar, escoger actividades acordes a la edad, de tal manera que no sean demasiado complicadas (lo que puede llegar a ser frustrante para el niño) o tan fáciles que los considere aburridas.
En segundo lugar, los padres deben animar a sus hijos a cumplir con las labores asignadas al expresarles en todo momento su gratitud, así como haciéndoles saber que su ayuda es valiosa e importante para la familia.
Otro detalle importante es que los niños comiencen a colaborar con los deberes del hogar desde una edad temprana. Evidentemente se les asignarán tareas fáciles y sencillas a los más pequeños y se irá aumentando la complejidad y la importancia a medida que crezcan.
Algunas de las actividades en las que pueden participar los niños pequeños en casa:
Lavar los platos
Sacar la basura
Llenar las jarras de agua.
Doblar la ropa limpia.
Mantener su habitación ordenada
Recoger sus juguetes.
Alimentar a la mascota de la casa y darle de beber agua.
Poner la mesa para comer.
Cambiar las sabanas de su cama.
Ayudar a guardar los productos del mercado.
Beneficios de ayudar en casa:
Contribuye a su madurez:
Los niños que colaboran en las tareas domésticas normalmente obtienen mejores resultados en los espacios que se desempeñan. Esto no sorprende, pues ayudar en casa hace que tengan más confianza en sí mismos, sean más disciplinados y fortalezcan su carácter, factores fundamentales para el aprendizaje.
Les enseña a ayudar a los demás:
Se ha observado que es más probable que los niños que ayudan en casa participen en labores comunitarias cuando sean adultos. Esto tampoco sorprende, dado que las tareas domésticas les enseñan a anteponer las necesidades de otras personas a las suyas. Si no se les pide que hagan nada en casa, los hijos piensan que todo el mundo debe estar a su servicio y crecen con una idea distorsionada de la vida, de lo que significa ser alguien responsable y trabajador.
Fomenta la unidad familiar:
Cuando los niños colaboran en casa, aprenden que son miembros valiosos de la familia y que, además, tienen una responsabilidad hacia ella. Esta lección podría perderse si los padres dan más prioridad a las actividades extraescolares que a las tareas del hogar.

En el Bosque de Micael promovemos la ayuda en las actividades, para que el niño vaya estableciendo su responsabilidad.