
La narración es la acción de relatar una historia real o imaginaria, la misma es relatada a través de una secuencia o una serie de acciones realizadas por personajes, en un lugar determinado, es decir, una sucesión de hechos.
La narración es una forma avanzada de hospitalidad y marca en lo profundo tanto a los que narran como a los que escuchan.
El narrador nos da la bienvenida para entrar en su mundo y se declara disponible para interactuar con el mundo de los oyentes: los invita y también se deja invitar.
La reunión entre narrador y oyente estimula a los dos. Es una página escrita que se vuelve algo vivo. Es el gusto de leer escuchado.
En realidad lo que pasa es un intercambio, por medio de esta actividad también el escritor se enriquece. Un autor no puede considerarse aislado, es parte de una comunidad, vive dentro de una sociedad y tiene que ser parte de esta interactuando con los demás.
Mediante la incorporación de voces divertidas o gestos dramáticos, los niños en edad preescolar aprenden a medir la reacción del público y a modificar en consecuencia sus historias.
¿Cómo contarle cuentos a tus hijos?
Para que la hora de contar un cuento sea un momento muy esperado por los niños y tenga en ellos los efectos positivos que les hemos mencionado anteriormente, debemos tomar en cuenta lo siguiente:
Elijan un lugar cómodo y suficientemente iluminado para leer.
Procura que el momento de leerle a tu hijo sea mágico, hacerlo un rito que tanto él como tú esperen con ansia y agrado.
Cuenta el cuento con alegría y entusiasmo para que atraigas la atención del niño, logre comprender la historia, y capte el mensaje. Y cuando el niño te pida que vuelvas contárselo, debes hacerlo con la misma emoción. Sobre todo en niños muy pequeños, es importante repetir varias veces las diferentes escenas del cuento procurando utilizar las mismas palabras.
Permite que conforme se este contando el cuento, el niño pueda ver las ilustraciones.
Mientras lees fíjate en las reacciones del niño y sus movimientos, y si es necesario haz pausas todas las veces que sea necesario para escuchar sus preguntas o para comprobar si está entendiendo el relato.
Deja que el niño participe lo más posible, tanto a la hora de elegir el cuento a leer (te puede dar muchas pista esa elección, sobre sus intereses o preocupaciones), como a la hora de las interrupciones.
Cuando el niño esté cansado no lo obligues a continuar, ya que dejará de ser una actividad gratificante para él.
Algunas veces lean cuentos y otras escúchenlos, esto además de ser diferente te ubicará a la altura del niño que escucha, y eso creará una corriente afectiva y de gran complicidad entre los dos.
En otro momento del día, pídele a tu hijo que dibuje alguno de los personajes o escenas del cuento que hayan leído el día anterior. Eso trazos que pueden parecerte garabatos tienen grandes mensajes, ya que allí quedarán expresados los miedos, las expectativas y los intereses que le mueven.
Otra forma de saber su reacción hacia el cuento es hacerle preguntas al niño relacionadas con el relato, como por ejemplo si le gusto, que le pareció, quienes estaban en el cuento, etc.

La Narración es de las actividades que se promueven diariamente en El Bosque de Micael, buscamos crear una oportunidad de darle rienda suelta a la creatividad; crear cuentos estimula la imaginación y alienta a los niños a considerar el mundo que los rodea enseñándoles a combinar conceptos familiares de nuevas y distintas maneras.